Si estás leyendo estas líneas estarás pensando en casarte. Por ello, quiero felicitarte. Es una celebración maravillosa donde se demuestra el amor entre dos personas firmando un contrato de vida en común.
Además de las implicaciones sentimentales de esta unión, debemos tener en cuenta otros aspectos legales que afectan a los cónyuges. Entre ellos el régimen económico del matrimonio.
Sin embargo, además de las implicaciones sentimentales de esta unión, debemos tener en cuenta otros aspectos legales que afectan a los cónyuges. Entre ellos el régimen económico del matrimonio, donde se podrá optar por la separación de bienes o gananciales.
Para despejar todas tus dudas sobre el régimen de bienes gananciales y la separación de bienes, en el artículo de hoy trataremos de despejar todas tus dudas sobre qué régimen económico matrimonial escoger. Y cuándo puedes o debes realizarlo.
Esto puede no parecer importante en el momento de contraer matrimonio, cuando se piensa que vuestro amor durará toda la vida. Sin embargo, en temas legales y económicos es mejor estar preparado para las posibles eventualidades.
Por ello, hay que estar preparado por si se rompe el matrimonio, limitar los problemas que puedan surgir. Teniendo claras todas las implicaciones que presenta estos dos regímenes económicos matrimoniales.
Para establecer este punto están las capitulaciones matrimoniales. Donde se determinarán diferentes aspectos económicos y de convivencia ante un supuesto divorcio de los cónyuges. Entre los que se encuentran la elección de bienes gananciales o separación de bienes en el matrimonio.
Vamos ver todos estos conceptos en profundidad en los siguientes puntos. Comenzamos.
Qué son las capitulaciones matrimoniales o contratos prematrimoniales
Las capitulaciones matrimoniales son el contrato por el que se regirá el matrimonio. Y como tal puede recoger multitud de aspectos. Donde, además de los cónyuges, pueden aparecer los padres de estos u otras personas que puedan afectar al matrimonio.
Sin embargo, este se suele limitar a establecer el régimen económico matrimonial. Y aunque la única limitación legal es asegurar la igualdad de derechos entre los cónyuges, las opciones más habituales son el régimen de separación de bienes o el régimen de gananciales.
Este acuerdo se podrá realizar un año antes de casarse o en cualquier momento después de haberse producido el enlace. Pudiéndose cambiar el régimen económico matrimonial de gananciales a separación de bienes después del matrimonio o viceversa sin ningún problema.
Sin embargo, como abogados de matrimonialistas recomendamos tener claro este punto antes del matrimonio. De este modo, se evitan discusiones o malos entendidos durante el mismo.
Si estás leyendo esto imagino que tendrás dudas sobre qué opción será mejor para tu caso concreto. Vamos a verlo en los siguientes puntos, donde descubrirás en qué se basa cada uno de ellos, así como sus ventajas e inconvenientes.
Régimen de gananciales
En el régimen económico de gananciales, ambos cónyuges compartirán las ganancias o beneficios obtenidos durante el matrimonio a partes iguales. Exceptuando los bienes privativos, los cuales pertenecerán en exclusiva a cada una de las partes.
Entre los bienes que no se incluirán en la sociedad de gananciales, considerándose privativos, estarán:
- Los obtenidos con anterioridad de la formalización de las capitulaciones matrimoniales.
- Las herencias y donaciones.
- Instrumentos necesarios para el ejercicio de una profesión u oficio.
- Beneficios obtenidos de la enajenación de bienes privativos.
El resto de bienes derivados de los beneficios de cualquiera de los cónyuges pasarán a formar parte de la sociedad de gananciales. Correspondiendo el 50% a cada uno, sin importar la procedencia de estos.
Con lo expuesto anteriormente, pasemos ahora a analizar las ventajas e inconvenientes del régimen de gananciales.
Ventajas
- Establecer el régimen económico matrimonial en gananciales asegurará la protección para la parte más vulnerable. Como podría ser el cónyuge que genere menos ingresos por el cuidado de hijos.
- Ante un posible divorcio, la sociedad de gananciales se dividirá a partes iguales entre los cónyuges. Manteniendo cada uno de ellos los bienes acumulados antes del matrimonio, así como las herencias o donaciones recibidas durante el mismo.
Inconvenientes
- Hay que tener en cuenta que en el régimen de gananciales se reparten a parte iguales tanto los beneficios como las obligaciones. Por ello, si uno de los dos cónyuges es autónomo, teniendo que responder con todos sus bienes presentes y futuros frente a terceros, la sociedad de gananciales se verá afectada ante una posible reclamación de las deudas contraídas.
- En caso de divorcio, siendo que no todos los bienes pueden ser divididos a partes iguales, pueden surgir desacuerdos por su reparto o división.
Régimen de separación de bienes
En el régimen de separación de bienes, cada uno de los cónyuges mantiene la propiedad y administración de todos sus bienes. Tanto los generados con anterioridad al matrimonio como los beneficios obtenidos durante este.
Por ello, cuando se establece la separación de bienes, en el ámbito económico sigue todo como si no hubiera habido matrimonio. Siendo que ambos mantienen la administración total y exclusiva de sus bienes.
Esto no quita que se puedan adquirir bienes en común, como sucede con la compra de una vivienda. Sin embargo, en este caso cada uno de los cónyuges será propietario único de su parte de la vivienda. Por lo que en caso de divorcio, no se repartirá por la disolución de la sociedad de gananciales, sino que se deberá realizar una disolución de condominio.
Después de repasar el régimen de separación de bienes, vamos a ver qué ventajas e inconvenientes presenta.
Ventajas
- Como comentamos anteriormente, existe mayor independencia económica entre los cónyuges. Lo que puede facilitar la convivencia en algunos casos.
- Cada una de las partes responderá en exclusiva antes sus deudas con sus bienes. Sin afectar al patrimonio de su cónyuge.
- En los casos de ejercer una actividad económica, como en el caso de un autónomo, el patrimonio familiar quedará más protegido al no verse afectada parte del mismo ante una reclamación de deudas por terceros.
- Ante un posible divorcio, se eliminarán los posibles conflictos causados por el reparto de los bienes gananciales, al no existir.
Inconvenientes
- Si existe una parte más desprotegida en el matrimonio – si existe uno de los cónyuges que no ha trabajado o ha percibido menos ingresos por hacerse cargo del cuidado de los hijos – esta se verá perjudicada.
- En el caso de haberse adquirido bienes entre ambos cónyuges, pero solo aparezcan a nombre de uno de ellos, este podrá reclamarlo en exclusiva.
- No existe la obligación de informarse entre los cónyuges de los movimientos económicos o patrimoniales que se realicen.
Conclusiones
Como habrás visto, no existe un régimen económico mejor o peor, sino que dependerá de las características y las circunstancias que rodeen a los cónyuges. Por ello, se deberá estudiar cuál será la mejor opción en tu caso concreto. Optando por el régimen de separación de bienes o gananciales, dependiendo de cuál de ellos se adapte mejor a tus circunstancias concretas.
Si aún tienes dudas sobre qué régimen económico te conviene, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.